Pero es necesario cambiar la visión, tener otro panorama, observar las respuestas de los residentes en nuestro hogar.
El grupo humano de nuestra residencia, siente que ésta es su casa, que aquí encontró amigos y porque no, algún noviecito.
Quien no se siente mejor, cuando sabe que una asistente está a su cuidado, que la esta atendiendo por si necesita algo, que los ayuda a bañar o los baña y los vigila para que no se caigan, los ayudan a vestirse a ponerse ropa adecuada , le sirven la comida y en muchos casos que no pueden, le dan de comer, le suministran la medicación en el horario indicado, le toman la presión, la temperatura, los peinan, los acompañan al comedor, donde estarán en compañía de otras señoras o señores, que pueden conversar, mirar el televisor ó jugar a las cartas o escuchar música . También pueden optar por ir a la peluquería para su arreglo personal, o para su atención con la podóloga. Los días que vienen las recreologas participan de las actividades que las profesionales les han preparado, así como cuando viene el kinesiólogo que van a ser gimnasia de rehabilitación. Con el psicólogo que también va a trabajar con ellos, leen periódicos, escuchan música, ven algunas películas, tienen charlas sobre temas propuesto por ellos. Los días sábados viene un conjunto musical que les tocan la guitarra y el acordeón. Festejan los cumpleaños. Pero algo muy importante siempre están supervisados por los médicos especialistas en geriatría y la nutricionista, que evolucionan permanentemente su Historia Clínica.-
Por supuesto que además pueden ir al parque donde cuentan con 10.000mt2. o los trasladan para tomar el té, o vienen los familiares y comparten con ellos. Pueden aprovechar todos los espacios de la residencia como por ejemplo: La confitería, la peluquería, la sala de lectura, el gimnasio, los comedores, la sala de estar.